Como personaje histórico, de Aquiles (en griego Aquileus) sólo se supone, por deducciones, que existió allá por el siglo XIII antes de Cristo un rey (tomemos con moderación eso de “rey”; más bien un caudillo provincial) que dejó fama de gran guerrero. Gobernó en Ftía, al sureste de Tesalia, sobre los Mirmidones. Y punto. Nada escrito (difícil en esa época) ni estatuas, objetos, nada.
A partir de ese vacío histórico nació la leyenda, frondosa, que se fue enriqueciendo hasta la actualidad (vean si no cómo se agregan hechos en las películas, para indignación de los puristas).
Ya tenemos material antes de su nacimiento: resulta que la que sería su mamá, la ninfa Tetis, guapetona ella, era pretendida nada menos que por Zeus y por Poseidón, dioses de primerísima línea. Intervino el oráculo, como siempre, y lanzó su vaticinio: el hijo de Tetis sería mucho más grande que su padre. Comprensiblemente, esto enfrió los ardores de ambos candidatos a destronados y se buscó a un novio de transición, sin mayores pretensiones.
Así fue que a Tetis la casaron con Peleo, hombre de buena familia, rey de Ftia y descendiente de Zeus. Pequeño problema: Tetis era inmortal y Peleo no. La desposada solicitó y obtuvo la inmortalidad para su marido, pero los dioses, que estaban de broma, lo libraron de la muerte pero no de la vejez. Así, pasaban los años y Peleo no se moría, pero se volvía decrépito y repulsivo. No sé cómo se habrá resuelto el problema, pero esto es un indicio del concepto que tenían los griegos de la honorabilidad de sus dioses.
Cuando nació Aquiles (Peleo todavía estaba presentable) Tetis tomó a su bebé y lo sumergió en el río Estigia (una de las fronteras del infierno) como a una croissant en café con leche, tomándolo delicadamente del talón. Otra broma de los dioses: el milagroso spa volvió invulnerable a Aquiles, salvo en su talón, que no se sumergió en el agua. Así fue muerto años después Aquiles, de un flechazo en el talón.
Ya casi indestructible el nene comenzó su educación con Quirón, un caballo, bueno, un centauro, que es medio caballo. Este centauro tenían fama como profesor.
Junto con él se educó Patroclo, un refugiado en la corte de Peleo por un asunto de puñaladas, a quien le tomaron cariño y lo destinaron como amigo y compañero de Aquiles. Los dos adolescentes se tomaron cariño, muuuucho cariño, bueno, ustedes me entienden. En esa época no estaba demasiado mal visto, casi como que formaba parte de la educación.Esto trajo enormes consecuencias, como verán.
Por esa época comenzaron a empeorarse las relaciones con Troya, y oráculos y adivinos tuvieron que trabajar horas extra. Uno de ellos, Calcante profetizó que a Aquiles se le daría a escoger entre una vida corta y gloriosa o larga en años y anodina. Es de imaginar lo que eligió Aquiles. Ya de adolescente era extremadamente valiente, camorrista y amante de las armas. Un verdadero gamberro, como dirían mis amigos españoles.
También Calcante predijo que la presencia de Aquiles sería indispensable para la caída de Troya.
A partir de ese vacío histórico nació la leyenda, frondosa, que se fue enriqueciendo hasta la actualidad (vean si no cómo se agregan hechos en las películas, para indignación de los puristas).
Ya tenemos material antes de su nacimiento: resulta que la que sería su mamá, la ninfa Tetis, guapetona ella, era pretendida nada menos que por Zeus y por Poseidón, dioses de primerísima línea. Intervino el oráculo, como siempre, y lanzó su vaticinio: el hijo de Tetis sería mucho más grande que su padre. Comprensiblemente, esto enfrió los ardores de ambos candidatos a destronados y se buscó a un novio de transición, sin mayores pretensiones.
Así fue que a Tetis la casaron con Peleo, hombre de buena familia, rey de Ftia y descendiente de Zeus. Pequeño problema: Tetis era inmortal y Peleo no. La desposada solicitó y obtuvo la inmortalidad para su marido, pero los dioses, que estaban de broma, lo libraron de la muerte pero no de la vejez. Así, pasaban los años y Peleo no se moría, pero se volvía decrépito y repulsivo. No sé cómo se habrá resuelto el problema, pero esto es un indicio del concepto que tenían los griegos de la honorabilidad de sus dioses.
Cuando nació Aquiles (Peleo todavía estaba presentable) Tetis tomó a su bebé y lo sumergió en el río Estigia (una de las fronteras del infierno) como a una croissant en café con leche, tomándolo delicadamente del talón. Otra broma de los dioses: el milagroso spa volvió invulnerable a Aquiles, salvo en su talón, que no se sumergió en el agua. Así fue muerto años después Aquiles, de un flechazo en el talón.
Ya casi indestructible el nene comenzó su educación con Quirón, un caballo, bueno, un centauro, que es medio caballo. Este centauro tenían fama como profesor.
Junto con él se educó Patroclo, un refugiado en la corte de Peleo por un asunto de puñaladas, a quien le tomaron cariño y lo destinaron como amigo y compañero de Aquiles. Los dos adolescentes se tomaron cariño, muuuucho cariño, bueno, ustedes me entienden. En esa época no estaba demasiado mal visto, casi como que formaba parte de la educación.Esto trajo enormes consecuencias, como verán.
Por esa época comenzaron a empeorarse las relaciones con Troya, y oráculos y adivinos tuvieron que trabajar horas extra. Uno de ellos, Calcante profetizó que a Aquiles se le daría a escoger entre una vida corta y gloriosa o larga en años y anodina. Es de imaginar lo que eligió Aquiles. Ya de adolescente era extremadamente valiente, camorrista y amante de las armas. Un verdadero gamberro, como dirían mis amigos españoles.
También Calcante predijo que la presencia de Aquiles sería indispensable para la caída de Troya.
Ante esas dos profecías Tetis, que ya le estaba tomando ojeriza al tal Calcante, disfrazó a su hijo de mujer y lo escondió entre las doncellas de una corte vecina. Pronto una de tales doncellas dejó de serlo pues Aquiles sacó a relucir su costado machito y la embarazó. Lo buscaron, no por el embarazo sino para llevarlo a Troya, y finalmente fue descubierto por el astuto Ulises, que se presentó como mercader y exhibió entre las mercancías, una armadura. La única "doncella" que se entusiasmó con las armas fue Aquiles, que decidió partir voluntariamente con Ulises hacia Troya, como jefe de los Mirmidones, y acompañado de su amigo Patroclo.
Lo que hizo este hombre en Troya lo contó magistralmente Homero. En la Iliada no se cansa de relatar sus proezas, su valentía y su fuerza, pero entre líneas deja entrever su carácter cruel, violento y en general repelente. En realidad, no se parecía en nada al debilucho de Brad Pitt. Se encaprichó por una esclava todo servicio que le sustrajeron del botín y no quiso pelear, dejando que los troyanos hicieran papilla a los griegos, y sólo retornó furioso a la lucha cuando le mataron a su amiguito Patroclo. Parece que este muchacho actuaba principalmente por móviles sexuales
Y después está el feo asunto de Troilo. Era éste el menor de los hijos del rey de Troya, tenía 19 años y era de una belleza refinada. Aquiles lo encontró fuera de las murallas de Troya, dando de beber a sus caballos. Ahí nomás se le fue encima con intenciones inconfesables. El joven rechazó sus proposiciones y se refugió en el templo de Apolo. Aquiles le persiguió hasta el interior del santuario y le decapitó en el mismo altar del dios.
Y en Troya murió Aquiles, víctima de un merecido flechazo en su vulnerable talón, dejando fama imperecedera gracias a Homero. Tuvo y tiene la admiración de los pusilánimes, que lo envidian y a quien quieren infructuosamente parecerse, y de los violentos, que lo consideran un modelo a imitar. Alejandro Magno (otro matón) lo reverenciaba.
Hay infinidad de episodios en los que se involucra a Aquiles, pero no quiero extenderme y lo dejo aquí.
Nos encontraremos nuevamente a fines de Enero.
8 comentarios:
Buen blog, acabo de añadirlo a mis "feeds" para no perderme nada. Es una pena que haya tanto bueno escrito por internet y nos lo perdamos por "infoxicaxión". Un saludo desde España.
Angel:
Comentarios como el tuyo me animan. Como dije en otras oportunidades, mi propósito es contar cuentos en forma coloquial. Lejos de mí la literatura o la investigación histórica. Sólo aspiro a ser un modesto cuentista.
Halagado de que me sigas. Un abrazo
Agradezco haberme encontrado con este blog. Dan ganas de seguir profundizando, y eso es lo bueno.
Muchas gracias
Gracias, anónimo corresponsal. Esa es la idea: que se despierte el interés por conocer más.
Boena suerte
Me ha gustado mucho también, ojalá te hubieras extendido un poco más con Héctor y Paris, pero bueno; esto iba de Aquiles :)
Hasta pronto!!
Es ciertp: una lástima que el espacio y el posible aburrimiento de los lectores me impida extenderme sobre ciertos temas colaterales. ¡Hay algunos tan interesantes!
Si tienes interés an alguno en particular házmelo saber, que procuraré complacerte.
Un abrazo
Para ser sincera encontre este blog por pura casualidad,estaba buscando algo de fantasma y termine en tu blog jejeje,pero dejame decirte que termine leyendo tu blog y deje de lado a los fantasma,me encanta,y la forma en que los describes,es muy buena,sigue asi,que desde ahora tienes una nueva seguidora,saludos desde Grecia!!!!
Gracias, Dayanna. Espero que mis otros posts también te gusten-
Para venir de Grecia, tu castellano es excelente :)
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