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histonotas: FANTASMAS - LA VIDA CONTINÚA

sábado, 15 de noviembre de 2008

FANTASMAS - LA VIDA CONTINÚA


Me pregunto qué es lo que hace que muertos famosos, y algunos no tanto, en lugar de quedarse tranquilitos en donde Dios y sus actos los han puesto se empeñen en incordiar a su posteridad asustando a la gente y promoviendo el turismo.
Parece que hubieran dejado algo sin hacer aquí y se obstinaran en completarlo, generalmente sin éxito, debido a la incurable ausencia de cuerpo físico.

Entonces: ¿qué son? La palabra “fantasma” proviene de un vocablo griego que significa “aparición”, lo que excluye a los poltergeist, (espíritus invisibles que se comportan como niños molestos y mal educados en crisis, haciendo volar cosas o estrellando vajilla como matrimonio desavenido), a las voces de ultratumba y a sonidos sin identificación visible.

A diferencia de las manifestaciones espiritistas o de las evocaciones mágicas, donde los espíritus aparecen al ser convocados, los fantasmas propiamente dichos se manifiestan donde se les da la gana, pero tienen sus hábitos. Por ejemplo, son rarísimas las apariciones a la luz del día. Los espectros prefieren la penumbra o la oscuridad, donde algunos parecen disponer de generadores o baterías propias para rodearse de una suave luminiscencia y llamar la atención.

Me resultan inexplicables los fantasmas que chillan, gritan, gruñen, gimen….Al ser inmateriales no comprendo cómo pueden desplazar aire para producir sonidos, y ¿con qué garganta?

Son muy discretos. Sólo se presentan ante grupos reducidos de personas. Es inimaginable un fantasma en una tribuna de fútbol protestando por un penal mal cobrado, o arrojando almohadones en medio de un domingo de toros.

¿Qué buscan estos sujetos? Por de pronto, conquistar notoriedad. Son unos exhibicionistas incorregibles; de lo contrario se quedarían en sus tumbas. Además les encanta meter miedo. Aparecen ensangrentados, sin cabeza, acongojados, rara vez agresivos. Fingen indiferencia ante su público. Y aquí debo destruir un mito: eso de las sábanas flotantes pertenece a la historieta. Se la pasarían lava que te lava, y eso no es vida, o no es muerte, mejor dicho.

En épocas violentas estos espectros venían a reclamar venganza (Hamlet padre) o a aterrorizar a sus asesinos (Macbeth, fantasma de Banquo). En nuestros tiempos se pacificaron, y pretenden dar lástima. Son unos incurables autocompasivos.

La Iglesia vino a poner orden en esta incertidumbre (y de paso a traer agua para su molino) al dictaminar que se trata de almas del purgatorio en libertad condicional que vienen a pedir oraciones para acelerar su entrada al paraíso. Dada su antigüedad (María Antonieta, Ana Bolena…) parece que tenían bastantes pecados veniales por purgar. Según esta teoría, los que residen en el infierno no tienen permiso para exhibirse en la tierra, ya que las eventuales oraciones no mejorarían su estado. Malo para ellos.
Con perdón de la jerarquía eclesiástica, esta explicación me suena bastante pavota.

Voy a concluir con algunos fantasmas famosos, con mucha prensa y aplauso del público. La mayoría son ingleses, ya que parece que el clima y la niebla forman una escenografía apropiada. Solamente en la Torre de Londres habitan y circulan diez fantasmas de personajes históricos de primera línea, varios anónimos y hasta el fantasma de un escuadrón de guardias marchando por el parque. Una considerable congestión de espectros.



Ana Bolena


Segunda esposa de Enrique VIII de Inglaterra. Decapitada en la torre de Londres por orden de éste bajo el cargo, probablemente infundado, de traición (una forma elegante de decir adulterio).

En el invierno de 1864 un guardia de la Torre fue acusado por quedarse dormido en su turno y sometido a juicio. El mismo relató que se topó con una especie de espectro blanco. Cuando se le acercó para comprobar quién era se dio cuenta de que la figura no tenía cabeza y ante una acción refleja intentó atravesarla con su alabarda; el guardia recibió una descarga eléctrica y quedo inconsciente (¡insensato! ya les dije que algunos fantasmas llevaban un generador para proporcionarse energía eléctrica y luminosidad. El pobre guardia provocó un cortocircuito). Lógicamente el tribunal no creyó la historia hasta que otros guardias confesaron haber visto la misma figura en la ventana del castillo que correspondería a la habitación donde Ana Bolena pasó su última noche antes de ser decapitada. Después de estos testimonios, la corte decidió dejar libre al guardia. Se dice que la última vez que el fantasma fue visto fue en el año 1933. Ya es hora de que aparezca nuevamente. Su público la reclama.


Catalina Howard

Catalina Howard, prima de Ana Bolena, fue la quinta esposa de Enrique VIII. Ya a los doce años comenzó su carrera amatoria. Enrique se encaprichó con ella, sin conocer su pasado, y la desposó. A poco de casada, Catalina volvió a las andadas, decepcionada por el aspecto del rey (ya estaba gordísimo). Lo engañó repetidamente. Tuvieron que poner al tanto a Enrique, quien seguía en babia. Hizo cortar la cabeza a Catalina, a sus amantes, y hasta a los cómplices del engaño. El fantasma de la reina infiel deambula por el castillo de Hampton Court. Allí fue filmado por una de las cámaras de seguridad, y aunque este video conmocionó a Inglaterra, su veracidad es puesta en duda debido a la nitidez de la imagen, ya que el supuesto fantasma no aparece como un espíritu sino más bien como una figura humana envuelta en una capa y con el rostro tapado por la misma.


La dama marrón de Raynham Hall, Norfolk

Famosa por ser uno de los fantasmas más fielmente fotografiados de la historia. Aunque no se la ha visto desde 1936, se dice que se trata de lady Dorothy Walpole, quien vivió en la histórica mansión. Oficialmente murió de viruela, pero existen rumores de que rodó por las escaleras empujada por su esposo luego de ser descubierta en adulterio. Fue vista por primera vez en 1835 por un huésped de la casa, el coronel Loftus. Relató que el fantasma llevaba un largo vestido o capa de satén marrón (el coronel conocía de telas, por lo visto, aún en penumbras) y que sus ojos eran dos huecos vacíos.

Años después otro huésped también fue sorprendido por la aparición, pero estaba armado, y disparó repetidas veces contra la figura (este hombre no sabía nada sobre fantasmas. ¿Desde cuándo tiene sentido balearlos?). Por supuesto, las balas atravesaron inofensivamente al fantasma.

En 1936 dos fotógrafos de la revista Country Life obtuvieron la famosa foto de La Dama Marrón, mientras descendía por la escalera mortal.


Borley Rectory

En el solar de la rectoría existió originariamente un monasterio benedictino. A fines de siglo XIX se construyó una nueva rectoría sobre las ruinas del monasterio. A partir de ese momento, comenzaron a suceder cosas extrañas.
Uno de los espectros que recorre los jardines es el de una monja, que en el siglo XIII se enamoró de un monje (ya en ese entonces ocurrían estas cosas) y trató de fugarse con su amado. De acuerdo a la leyenda, la monja y el monje fueron atrapados en su huída. Como castigo, el monje fue ahorcado y la monja emparedada viva. Algunas personas manifiestan haber visto, además de la monja, la forma espectral del caballo y el carruaje en que intentó la fuga.

Infortunadamente, la rectoría se incendió en 1939. En 1945 se hallaron en el lugar restos humanos que se atribuyeron a la monja pecadora, a los que se dio apropiada sepultura (¿Restos del siglo XIII? ¿A qué profundidad? ¿Qué eran? Cenizas, con suerte)


La llorona

Es la leyenda de una mujer que perdió a sus hijos, quien puede ser oída, y a veces vista, sollozando en la noche. En la mayoría de los relatos se dice que La Llorona es mejicana, aunque a veces es una mujer que vivió en el sudoeste de América. La mujer perdió sus hijos, generalmente atribuido a que ella misma los mató porque quería casarse con un hombre que no soportaba ninguna criatura. Ella quedó tan angustiada por sus hechos que terminó matándose también, y desde entonces fue condenada a recorrer eternamente su tierra natal, gimiendo y retorciéndose las manos.


El holandés errante (El buque fantasma)

Este es un fantasma grupal. Es el mundialmente más conocido fantasma no humano. Se trata de una nave del siglo XVIII condenada a vagar perpetuamente por alta mar.
De acuerdo a las leyendas marinas el barco, que en muchos casos aparece como una imagen confusa o una extraña luz, es considerado como una señal de mala suerte y maldición.
El buque y su tripulación fueron eternamente malditos cuando su capitán, un holandés, rehusó buscar refugio en un puerto seguro durante una tempestad, pese a los ruegos de la tripulación y los pasajeros. En cambio, el blasfemo holandés desafió a Dios a hundir su barco. El buque fantasma ha sido visto en el océano de tiempo en tiempo, inclusive frente a las costas de Sudáfrica en 1923.


Juana de Arco

Desde comienzos del siglo XX se han registrado apariciones fantasmales atribuidas a Juana de Arco en la basílica de le Bois-Chenu, Domremy, lugar de nacimiento de la Doncella. En la conocida foto de lady Palmer que se acompaña, se pueden observar dos figuras a la derecha ¡que no se perciben a simple vista!




Finalmente, aludiremos a tres lugares de Inglaterra con sus correspondientes fantasmas:
La Abadía Newstead congregó entre sus muros una media docena de fantasmas. Por ejemplo, el Temible Demonio Byron (supuesto tío del famoso escritor); una anónima Dama Blanca, que camina pensativa por la casa y un Fraile Negro, anunciador macabro de muertes cercanas. No podía faltar también el espectro de un perro que corre por los jardines, ladrándole a la luna.

Del mismo modo, Watton Priory, un convento fundado en siglo VIII, pasó al acervo folklórico inglés como un lugar poblado de lamentos y jardineros fantasmas.

En competencia con él, la Abadía Whitby sigue manteniendo una pequeña congregación de monjas que, desde el Más Allá, continúan respetando los votos de castidad que juraron en vida.

Hay muchos, muchísimos fantasmas que no he mencionado y que me están amenazando a gritos por su no inclusión, pero debo poner punto final y atenerme a las consecuencias. Después de todo esto, no me pregunten si creo en fantasmas. No creo, pero existen.

Hasta fines de noviembre con otro tema, salvo que me vea condenado a escribir el mismo post por toda la eternidad. Saludos

2 comentarios:

Anónimo dijo...

creo en los fantasmas y la verdad cuando cresca sere medico forenze

Jorge dijo...

¡Animo! Las vocaciones tempranas hay que seguirlas. Como médico forense te vas a topar con varios fantasmas, seguramente. Suerte