Subscribe in a reader

histonotas: 1/10/07 - 1/11/07

viernes, 26 de octubre de 2007

SAFO (III)

LEYENDAS, MITOS Y MENTIRAS

Como dije en anteriores entradas, de Safo se sabe muy poco de cierto. La información que se tiene se ha recogido a través de lo que ella misma nos dice en sus poemas. A partir de ello, sus biógrafos comenzaron a tejer leyendas sin confirmación o ridículas.

Cuanto más pasó el tiempo, más leyendas, mitos y mentiras se fueron acumulando, y ya hoy le formaron irremediablemente una personalidad que poco tiene que ver con la original. Veamos alguna especie de clasificación:
Orgiástica









Poetisa coronada







Heroína romántica


Identidad sexual
Esto dio pie a lo largo de los siglos para que se regocijaran los morbosos, se rasgaran las vestiduras los hipócritas y la elogiaran desmedidamente los románticos y las lesbianas.

En sus poesías se manifiestan tiernos sentimientos hacia sus alumnas, y también hacia algunos hombres. Pero no olvidemos que se trata de poesías, y los poetas en general no se caracterizan por su veracidad (exageran como andaluces).
Véase si no a Becquer, sin ir más lejos.

Que Safo amó a las chicas y a los muchachos es evidente, pero es una incógnita hasta dónde llevó sus sentimientos. ¿Pasó a las “vías de hecho”? Nunca lo dijo. Sus versos son muy delicados, no contienen ni una alusión a contacto físico, así que hubo que suponer.

Plato griego explícito


Volvamos a la presunta vida de Safo:

Los comediógrafos de Atenas, puestos en extremistas , le achacaron sin fundamentos una depravación homosexual inextinguible. Esta afirmación, por ser antigua, se creyó cierta, y a lo largo de los siglos todos los “formadores de opinión” pusieron su granito de arena.
Con el tiempo, para los puritanos se llegó a transfigurar en una libertina insaciable, conductora de orgías. Fue la creadora del amor entre mujeres (que es más viejo que el diluvio) y una corruptora de jovencitas.

Para los románticos, fue “un alma pura, de delicados sentimientos, sonrisa de miel” (lo de la sonrisa de miel lo dijo uno de sus contemporáneos, poeta también, lo que lo hace sospechoso). Sacaron de la galera a una supuesta prostituta homónima y contemporánea que fue la culpable de todas las diabluras achacadas a Safo, que así resultaría más casta que una novicia. Ni tanto ni tan poco...

Para las feministas de ayer y de hoy, fue una valiente líder , símbolo de la liberación sexual y política. Vamos, que casi le atribuyen la lucha por el voto femenino.

Da para todos los gustos. ¿Qué fue realmente? Lean sus versos, algunos transcriptos en la anterior entrada de este blog, y den su opinión. Total, tantos opinaron sin leerlos...


Amores trágicos – Una fábula

Algunos de sus contemporáneos, se dice que Cratino o Menandro, autores de comedias, posiblemente para “limpiar su reputación moral” y transformarla en una heroína heterosexual de folletín, sacaron a relucir un cierto asunto que Safo habría tenido con un tal Faon, marino o barquero por más señas, amor no correspondido que la llevó a tirarse al mar desde un acantilado. Suena emotivo, pero lamentablemente tenemos versos de Safo donde dice claramente que ha alcanzado una edad madura y ya no la alcanzan los tormentos de la pasión, así que, como no se haya tirado de viejita, eso no se sostiene.
Como la fábula es conmovedora, y es antiquísima, se tuvo por cierta hasta hace muy poco. Así se escribe la historia.

Empeñados en matarla de amor, pero esta vez por una mujer, para volver las cosas a su lugar, surgió otra leyenda que dice que Safo se mató al verse despreciada por su cuñada Rodope, la esposa de su hermano Caraxos (¿Caraxos?) (¿En griego?).
Falso, por los mismos motivos que lo de Faon.


Leyendas varias

En la vida de Safo está tan mezclada la cosa que en realidad es difícil distinguir lo que es auténtico de lo legendario .
De tan inciertas, caen dentro del campo de la leyenda la cantidad de hermanos y sus nombres (el famoso Caraxos me tiene mal); lo que se hacía en su escuelita (poesía, educación, formación social, artes, "divertimentos", o todo junto); si realmente el padre de Atti leyó o le contaron los tiernos versos dedicados a su hijita y armó la de San Quintín (no veo por qué, ya que sólo dice que la extraña; ni siquiera menciona haberla tocado). Ya hablamos de sus amores trágicos, y hay mucho más que no recuerdo y que los cansaría. Es el destino de los famosos, sobre todo si vivieron hace tiempo. Todo el mundo pretende haber conocido algo de ellos. Si no, lo inventa y listo el mito.

Estafas pornográficas

Merece mencionarse la picardía que cometió el escritor y erudito francés Pierre Louÿs en 1894. Publicó una “traducción en prosa de poemas de amor antiguo” que atribuyó a Bilitis, una poetisa griega contemporánea de Safo que vivió también en la isla de Lesbos.
Resultó no sólo contemporánea y vecina, sino con las mismas supuestas costumbres que escandalizaban a la buena gente de Paris.
Todos, incluidos los expertos, alabaron la traducción, con notas de Louÿs, presuntamente eruditas, convenientemente ilustrado con eróticas escenas lésbicas.


Al poco tiempo se descubrió que el libro, los poemas, las notas, Bilitis y todo el resto eran invenciones de Louÿs, pero una vez destapado el fraude se lo siguió aceptando como una valiosa obra, de “elegante sensualidad y estilo refinado”

Tuve oportunidad de leer algunos párrafos (qué lástima; me perdí las ilustraciones) y desde mi modesta posición literaria, les digo que es una obra erótica explícita lindando con la pornografía que, por supuesto, nada tiene que ver con Safo ni con la delicadeza de sus poemas
(léanlos de nuevo en mi anterior entrada; verán que no tienen nada de pornográfico ni siquiera de erótico). Este señor zafó porque estaba muy relacionado con el ambiente intelectual de la época, hasta tal punto que algunos de sus poemas fueron adaptados como canciones para voz y piano, y hasta Claude Debussy hizo una adaptación musical de las “canciones de Bilitis”. También se hizo en 1977 una película homónima.
Todavía hay quien la considera meritoria, elegante, etc. Me quedo con Play Boy. Es más sincera.

Todo esto, a mi entender, tiene un sabor a explotación comercial de Safo y de Lesbos. Resulta que Safo es capaz de generar dinero 2500 años después de muerta, y Lesbos en un concurrido destino turístico. Para reflexionar....










¡cliquea aquí para leer todo!

SAFO (II)

LO QUE NOS QUEDA

Según la tradición, las obras de Safo ocupaban nueve volúmenes. Sólo nos quedan dos poemas completos y varios fragmentos, parte de ellos encontrados recientemente en restos de pergaminos que envolvían a momias egipcias. El resto desapareció, ya sea por efectos del tiempo o por intervención humana. La iglesia cargó con la leyenda de haber quemado todos sus libros. Otros se lo achacan al emperador Constantino, protector del cristianismo, otros a los primeros cristianos...etc, etc.
Es fácil y tradicional culpar a la intolerancia por la desaparición de poemas tan perturbadores como los de nuestra heroína, pero debe atribuirse su parte a la simple acción de los siglos.
De los grandes trágicos griegos (Esquilo, Sófocles, Eurípides) nos ha llegado sólo parte de su obra, a pesar de que se representaban periódicamente frente a toda Grecia. (no por eso se piensa que la Iglesia tuvo algo que ver). De Homero (suponiendo que haya existido, pero ese es otro tema) se conservan sólo dos obras, y eso por los esfuerzos de Pisistrato que los hizo compilar. No es extraño que de los nueve libros en los que se compilaron sus obras en la antigüedad hayan llegado sólo 213 fragmentos.
La apreciación de los poemas de Safo sólo es posible si se conoce a fondo el
griego antiguo y su música, pues se cantaban acompañados por un antepasado de la lira (de ahí “líricos”) de lo que confieso una contundente ignorancia, lo mismo que la mayoría de ustedes, seguramente. Lo que les ofrezco son principalmente traducciones al castellano de traducciones al inglés. Por eso, lamentablemente, debemos conformarnos con apreciar la dulzura y emotividad de los sentimientos expresados y la intensidad y sinceridad de sus pasiones. Nuestro consuelo es que es mejor que nada. Así y todo, impresiona y entusiasma (por lo menos a mí)

Quedan advertidos.





1. Fragmento de Epitalamio (canto de bodas):

... la noche... las doncellas... festejando en la noche... cantan tu amor y el de la novia de seno de violetas.
Despiértate, novio, ven con los amigos de tu edad... para que veamos (menos) sueño que (el ruiseñor) de agudo canto.



2. Poema sobre la pérdida de una amiga que se casa:


Me parece igual a los dioses aquél varón que está sentado frente a ti y a tu lado te escucha mientras le hablas dulcemente y mientras ríes con amor. Ello en verdad ha hecho desmayarse a mi corazón dentro del pecho: pues si te miro un punto, mi voz no me obedece, mi lengua queda rota, un suave fuego corre bajo mi piel, nada veo con mis ojos, me zumban los oídos, ... brota de mí el sudor, un temblor se apodera de mí toda, pálida cual la hierba me quedo y a punto de morir me veo a mí misma. Pero hay que sufrir todas las cosas.


3. A su hija

Tengo una linda niña
con la hermosura
de las flores de oro.
Cleide, mi encanto.
Por ella yo daría
La Lidia entera y mi tierra querida
No llores, Cleis:
donde se honra a las musas
no se permiten
trenos, en nuestra casa no sientan bien.



4. Adiós a Atti





Atti no ha regresado.
En verdad, me gustaría estar muerta.
Al abandonarme ella lloraba.
Lloraba y me decía:
¡Ah, Safo! Mi dolor es inmenso.
Me voy a pesar de ti...
Y yo le respondía:
“Ve, feliz, recuérdame.
Ah, tú sabes bien cuánto te quiero.”


5. Fragmentos aislados

Fragmento 47 P

... me ha agitado Amor los sentidos como en el monte se arroja a los pinos el viento...


Fragmento 51 P

Qué puedo hacer, no lo sé: mis deseos son dobles.
Fragmento 91 P

Más desdeñosa que tú, Irana, no sé de ninguna.

Fragmento 107 P

¿Quiero guardar todavía mi doncellez?

Fragmento 115 P

¿A quién, novio, podría yo bien compararte? A un sarmiento flexible de vid te comparo.


Fragmento 121 P

Sigue siendo mi amigo, pero busca una esposa más fresca; que vivir no podría contigo siendo yo la más vieja.



Para una colección mucho más completa de versos de Safo, sugiero dirigirse al siguiente link:

http://caiusiuliuscaesaraugustusgermanicus.iespana.es/safo/poesia.pdf

¡cliquea aquí para leer todo!

jueves, 25 de octubre de 2007

SAFO (I)

SE SABE (O SE SUPONE)

El título tiene su justificación. De Safo no se sabe de cierto casi nada. Tenemos referencias auténticas por lo que ella menciona en las poquísimas obras que nos han llegado. El resto lo conocemos por comentarios a menudo distorsionados de admiradores o críticos de siglos posteriores, aunque algunos de venerable antigüedad pero de dudosa autenticidad. Por eso en este relato abundan los “se supone” “tal vez” “se dice” y otros artificios de los que tuve que valer para no ser tachado de macaneador.



Ubicación de Lesbos
Nació de familia aristocrática en la ciudad de Mitilene, de la isla de Lesbos en 612 A.C. aproximadamente y se dice que murió sexagenaria. Lesbos estaba dentro del área de influencia griega, pero en esa época sus costumbres eran más evolucionadas en muchos sentidos que las de Atenas, lo que hizo posible la actividad poética y tal vez política de Safo.

Alceo, poeta lírico y probablemente su amante, le dedicó varias obras ensalzando su nobleza de alma y castidad. (No se debe creer mucho en esto último, porque se sabe que los poetas exageran, y más al hablar de mujeres).
Por motivos políticos en su juventud fue exiliada a Sicilia por Pitaco, tirano de Lesbos (probablemente por las actividades de su familia, porque creemos que ella tenía inclinaciones más románticas). Es un hecho que los tiranos no brillan por su apreciación poética.
En Sicilia se casó con un rico comerciante y tuvo una hija, Cleis.
Vuelta a Lesbos, viuda y rica, se dedicó al arte, reuniendo en torno suyo a un círculo de muchachas unidas estrechamente a ella, consagrado al cultivo de las musas. Por las poesías que dedicó a sus alumnas, en tono intimista y descriptivo, se infiere que estableció relaciones sentimentales con algunas de ellas, posiblemente sexuales. Sin embargo, cuando alguna de sus amadas se apartó o se casó, el dolor de la separación inspiró a la poetisa algunos de los mejores versos de la lírica de todos los tiempos, por la sinceridad de la inspiración y la sobriedad de la forma.

Safo y Alceo

No nos han llegado noticias de persecuciones por sus inclinaciones, ya sea porque en su época eran toleradas -al menos en Lesbos- o bien porque no se le pudo demostrar nada de cierto.

Tampoco se sabe mucho de su vejez. Parece ser (ella misma lo escribió) que se llamó a sosiego y transcurrió sus últimos años en paz y tranquilidad, pobre pero calmada, en la contemplación de la naturaleza.

A lo largo de los años cosechó numerosos admiradores. Tras de su muerte Platón la mencionó como la décima musa. También la admiraron Solón, el romano Catulo, que la plagió desvergonzadamente, Petrarca y casi todos los grandes poetas de la antigüedad. En tiempos modernos encantó a Rilke, lord Byron, Valery, entre otros.

La demonización de Safo comenzó ya en su vida. Los atenienses, de costumbres austeras, comenzaron a mirarla con malos ojos, no sólo por su actividad como poetisa sino por su actitud libre y desprejuiciada. Una generación más tarde el poeta Anacreonte rompió el fuego y la tachó directamente de sentir un amor sexual por las mujeres. Esto era simplificar las cosas, pues Safo también tuvo amantes varones. Simplemente, ardía ante cualquiera, sin distinciones.

Pese a todo, en esa época, la homosexualidad femenina no estaba tan mal vista como siglos más adelante. Los hombres estaban muy entusiasmados con sus efebos como para acusar seriamente a las mujeres. Simplemente, las tomaban con cierta diversión, como se hace aún hoy en día en ciertos ambientes.

Con el transcurrir de los siglos, la poesía sublime de Safo sigue vigente (lo que no se puede decir de muchos de sus contemporáneos) y, a semejanza de Sócrates, Platón, Leonardo, Miguel Ángel, Proust, Marguerite Yourcenar, Edith Piaf y muchos otros, su grandeza se impone sobre los prejuicios.

Las musas coronan a Safo - Cerámica griega


La pobre Lesbos, de isla bucólica terminó originando un sustantivo a menudo peyorativo en boca de los machistas (hombres y mujeres). Es un hecho que a veces el machismo va unido a la estupidez (me parece que me metí en un lío, pero ya está escrito).








Libros sugeridos:




Safo: Poemas y fragmentos. Edición bilingüe anotada por J. M. R. Tobal. 3ª edición. Ed. Poesía Hiperión, Madrid, 1997.



Indro Montanelli - Historia de los griegos.










(en la próxima: "lo que queda" Selección de su obra conocida)





¡cliquea aquí para leer todo!

lunes, 1 de octubre de 2007

LAS CRUZADAS (III) - FINAL

La Cuarta Cruzada

Los consabidos barones, señores y caballeros, ahora con la excusa de que Jerusalén estaba de nuevo en manos musulmanas, prepararon otra expedición, pero era tan grande que no tenían buques para llevar la gente, los caballos, las máquinas de guerra, etc. Los venecianos eran los únicos que sí tenían, pero no daban nada gratis. Fieles a su fama de astutos comerciantes, pidieron tal alquiler por las embarcaciones que cortaba el aliento. Los jefes de los cruzados
Súplica de Cruzados al Dux
dijeron que sí, que podían pagarlo rascando el fondo de sus faltriqueras (o sea billeteras, bah!). Después se recuperarían en Jerusalén, calculaban. Pero lo cierto es que llegó la fecha y no pudieron reunir todo el dinero.

Los venecianos tenían los barcos listos, así que recordando que un par de ciudades hacía tiempo que no les pagaban los impuestos, propusieron a los cruzados que ya que iban de paso enseñaran a las ciudades morosas quién era el amo. Claro, las ciudades eran cristianas, y ellos habían salido a combatir contra infieles, pero luego de algunas discusiones consideraron que ya habían ido demasiado lejos como para volverse y aceptaron.

Salieron. En varias naves iba un contingente veneciano, para poner un ojo sobre sus aliados (los conocían) encabezado por el Dux (primer magistrado) de Venecia, un señor de noventa años, y ciego por añadidura. Eso sí, más vivo que el hambre.
Partida de Venecia
Llegó el ejército a su primer destino, se cobró asaltando las ciudades, pero allí el diablo metió la cola.
Se presentó un heredero desposeído del imperio Bizantino pidiendo ayuda a los cruzados para recuperar su imperio atacando a la capital, Constantinopla. Ésta era una ciudad enorme y muy bien defendida, llena de riquezas. Con la experiencia que habían recogido en Venecia, los cruzados repitieron el trato que habían sufrido: ayudarían, pero a cambio de tales condiciones para ellos y para los venecianos que poco iba a quedar del imperio.

Con la soga al cuello, el príncipe aceptó (igual no pensaba pagar) pero los enviados del papa y la poca gente de buena fe que iba en el ejército alzaron una protesta gigantesca. Los bizantinos, aunque griegos y un poco herejes, eran cristianos, y ya no se trataba de una o dos pequeñas ciudades sino de la poderosa cabeza de un gran imperio. Por un lado, surgieron amenazas de excomunión, de retiro de colaboración, de volverse sin pelear, etc, pero por el otro lado hicieron las cuentas y vieron que no era momento para salir con los principios. Todos discutieron durante un tiempo (en mi opinión, para salvar las apariencias) pero al fin allá fueron.

Llegaron frente a Constantinopla, la sitiaron, y luego de algunas escaramuzas el emperador usurpador salió corriendo, llevándose todos los tesoros que pudo cargar. Locos de contentos, los cruzados pretendieron cobrar lo debido, pero empezaron a recibir excusas, y tras largas demoras la situación se agrió. Los jefes cruzados trataron al nuevo emperador de tramposo, pillo y cosas por el estilo, y eso no se hace con el nombrado por Dios. Tuvieron que salir más que corriendo de la ciudad y la volvieron a sitiar. Ahora era diferente: los griegos peleaban en serio porque se jugaban el pescuezo, y los cruzados querían terminar todo drástica y rápidamente. Ya no se trataba de cobrar la deuda, sino de repartirse el imperio bizantino. Se les hacía agua la boca. Pelearon como locos por ambos bandos, pero finalmente ganaron los cruzados y los venecianos. Mataron hasta cansarse, saquearon todo en una escala nunca vista, destrozaron lo que no se pudieron llevar, y de postre incendiaron la mitad de la ciudad (accidentalmente, según dijeron).

Toma de Constantinopla

Se repartieron el premio, un jefe cruzado fue nombrado emperador, a los demás se les repartieron comarcas enteras, y Constantinopla ya nunca volvió a ser lo que era.

¿Y el sepulcro de Cristo? Bueno, ya se vería, de todas formas no se iba a mover de donde estaba, y en cuanto tuvieran tiempo ya iban a ver los turcos. No tuvieron tiempo. La resistencia fue constante. Los señores fueron perdiendo uno a uno sus reinos y ducados mal habidos, el emperador postizo murió y sólo quedaron algunos que hicieron alianzas con los griegos.

Esta es la hermosa historia de la cuarta cruzada, que fue a rescatar el sepulcro de Cristo y terminó robando y destrozando todas sus reliquias que se conservaban en Constantinopla.


Consideraciones finales

Las demás cruzadas ni merecen conocerse en detalle. Se admite como cantidad “oficial” la de ocho, pero hubo varias expediciones que, por su relativamente poca importancia, no se cuentan. Todas se caracterizaron por la feroz ambición de los pretendidos defensores de Cristo. Hubo mártires valientes y sinceros, sí, pero su sacrificio fue inútil debido a la pésima dirección, falta de colaboración y hasta traición. Finalmente debo mencionar, como caso patético (aunque algunos historiadores opinan que es una fábula), el de un grupo de niños alucinados, neuróticos o mal aconsejados que quisieron hacer su propia cruzada, amparados en su inocencia, virtud y otras yerbas. No lograron nada. Los sobrevivientes a las penalidades fueron vendidos como esclavos por los turcos. Se la llamó la Cruzada de los Niños, pero no fue una cruzada ni nada que se le pareciera.

Balance final, visto desde la perspectiva de los siglos: ¿Qué logró? Los entusiastas hablan del mayor conocimiento entre las dos civilizaciones (para lo que conocieron una de otra, mejor era que siguieran ignorándose), del aporte científico de los sabios musulmanes que se difundió por occidente (los cruzados a los sabios musulmanes ni los vieron, hasta puede que hayan matado a algunos), del freno al poderío del Islam (pero todo siguió tal cual, o peor. Decayó varios siglos más tarde, y por otras causas). Lo único que se logró es un odio profundo entre las dos civilizaciones, odio del que aún hoy estamos sintiendo los efectos.

PD:
Soy conciente de que, para no cansar, omito bastantes hechos y personajes. Esto no pretende ser una historia, sino notas acerca de la misma.

Los hechos relatados son rigurosamente ciertos; la interpretación de los mismos es muy personal, y tal vez algunos no estén de acuerdo. Si estos son mayoría, pido disculpas. Si son una minoría, me alegro.

Libros sugeridos:

PIERE BARRET/JEAN-NOËL GURGAND: Los torneos de dios (Tres tomos; Novela histórica). Ed. El Ateneo - Biblioteca Atenea.


VILLEHARDOUIN, JOINVILLE Y OTROS: Cronistas medievales franceses. Ed. Centro editor de America Latina.






¡cliquea aquí para leer todo!